Si Agatha Christie lo era con sus novelas de misterio, su homólogo en el cine era el doblemente grande Alfred Hitchcock.
La semana pasada, se cumplían 30 años del fallecimiento del director, y curiosamente también cumplía años (50) una de sus obras maestras, Psicosis (1960).
En mi opinión, ningún aficionado al cine debe pasar la ocasión de contemplar no sólo la historia de Norman Bates, el protagonista de Psicosis, sino las muchas otras películas que el director inglés rodó durante más de 50 años, como La ventana indiscreta (1954), una de mis favoritas, con un fantástico James Stewart y una inmaculada y puritana Grace Kelly, antes de convertirse en princesa de Mónaco, que logra mantenerte en vilo hasta el final; La soga (1948) rodada en un sólo plano, tras numerosos ensayos, a modo de una obra de teatro; Los pájaros (1963), pelicula debo decir, que no acabé de comprender del todo donde Tippi Hedren, la madre de Melanie Griffin, vive atormentada por culpa de los "pajaritos", (así que tendré que volver a revisarla) o la fascinante Extraños en un tren (1951) y cómo no, Con la muerte en los talones (1959), otro clásico donde los haya, parodiado e imitado hasta la saciedad (la escena de Cary Grant corriendo mientras es perseguido por un avión), pues son muchas las referencias que se hacen a las películas de Hitchcock, ya sea en programas de humor o en capítulos de Los Simpson (Psicosis).
Es realmente difícil hablar sobre el trabajo de este maestro del suspense, la intriga y el misterio porque se ha escrito, se ha dicho, se ha estudiado, analizado, inspeccionado de tal manera que resulta imposible revelar nada nuevo sobre su persona y acerca de su enorme arte para hacer cine, algo que sin duda es indiscutible. Lo único que espero es que a ningún director se le ocurra hacer un remake de alguna de sus películas (que ya se hizo con Psicosis, o con por ejemplo, El Planeta de los Simios, y más recientemente Furia de Titanes, y para qué engañarnos, adonde van a parar los remakes, que Mark Wahlberg, está genial en Infiltrados pero no puede equipararse a Charlton Heston en un mundo donde mandan los simios).
Si estás leyendo esto y no has visto los clásicos del cine, y quieres pasar una tarde con un puñado de palomitas y de la mano de un gran maestro del séptimo arte, acomódate en el sillón, apaga las luces y disfruta con las peliculas de Hitchcock, pues ten presente que los clásicos nunca mueren, y si están considerados como los más grandes directores de cine, por algo será.
La semana pasada, se cumplían 30 años del fallecimiento del director, y curiosamente también cumplía años (50) una de sus obras maestras, Psicosis (1960).
En mi opinión, ningún aficionado al cine debe pasar la ocasión de contemplar no sólo la historia de Norman Bates, el protagonista de Psicosis, sino las muchas otras películas que el director inglés rodó durante más de 50 años, como La ventana indiscreta (1954), una de mis favoritas, con un fantástico James Stewart y una inmaculada y puritana Grace Kelly, antes de convertirse en princesa de Mónaco, que logra mantenerte en vilo hasta el final; La soga (1948) rodada en un sólo plano, tras numerosos ensayos, a modo de una obra de teatro; Los pájaros (1963), pelicula debo decir, que no acabé de comprender del todo donde Tippi Hedren, la madre de Melanie Griffin, vive atormentada por culpa de los "pajaritos", (así que tendré que volver a revisarla) o la fascinante Extraños en un tren (1951) y cómo no, Con la muerte en los talones (1959), otro clásico donde los haya, parodiado e imitado hasta la saciedad (la escena de Cary Grant corriendo mientras es perseguido por un avión), pues son muchas las referencias que se hacen a las películas de Hitchcock, ya sea en programas de humor o en capítulos de Los Simpson (Psicosis).
Es realmente difícil hablar sobre el trabajo de este maestro del suspense, la intriga y el misterio porque se ha escrito, se ha dicho, se ha estudiado, analizado, inspeccionado de tal manera que resulta imposible revelar nada nuevo sobre su persona y acerca de su enorme arte para hacer cine, algo que sin duda es indiscutible. Lo único que espero es que a ningún director se le ocurra hacer un remake de alguna de sus películas (que ya se hizo con Psicosis, o con por ejemplo, El Planeta de los Simios, y más recientemente Furia de Titanes, y para qué engañarnos, adonde van a parar los remakes, que Mark Wahlberg, está genial en Infiltrados pero no puede equipararse a Charlton Heston en un mundo donde mandan los simios).
Si estás leyendo esto y no has visto los clásicos del cine, y quieres pasar una tarde con un puñado de palomitas y de la mano de un gran maestro del séptimo arte, acomódate en el sillón, apaga las luces y disfruta con las peliculas de Hitchcock, pues ten presente que los clásicos nunca mueren, y si están considerados como los más grandes directores de cine, por algo será.
No hay comentarios:
Publicar un comentario