jueves, 1 de febrero de 2007

Carmen

Carmen tiene 68 años. Nació en un pueblecito de Jaén llamado La Puerta del Segura.
Con 14 años llegó a la ciudad de Valencia, huyendo del hambre y la pobreza de un pueblo sumido en la posguerra.
Carmen tiene cinco hermanas y un hermano. Todos ellos se criaron en La Puerta, entre olivares y cortijos, con la única compañía de ellos mismos y de sus juegos. En aquella época no tenían juguetes así que hacían uso de la imaginación, algo que actualmente muchos niños desconocen. Como vivían en el campo, recogían las aceitunas que encontraban en el suelo, y con ellas y algunas tiras de tela, pasaban horas y horas jugando.
Sus padres y sus hermanos mayores se iban a trabajar al campo mientras ella y sus hermanas más pequeñas se quedaban en la casa, intentado comer el poco pan que su madre les había dejado y si había suerte, alguna que otra sardina. Así pasaban la mañana.
El padre de Carmen, Marino, no estaba en la casa. Había acudido a los campos de batalla, donde se libraba la Guerra Civil Española. Ella, con enorme emoción, recuerda el día que un hombre cansado y harapiento, se acercó a ella y a una de sus hermanas, ya que ante el espanto de éstas, les anunció que no se asustaran, que él era su padre.
En cualquier caso, la vida en el pueblo, no era nada fácil. La madre de Carmen, Maria, realizaba intercambios de comida con otras familias, pues era la única manera de poder sobrevivir y alimentar a todos sus hijos. Cuando nevaba, tenían que ir a por agua la fuente, y el camino era largo y costoso. No tenían zapatos, como mucho una especie de alpargatas que el propio padre de Carmen fabricaba. Año tras año, las cosas empeoraban, hasta que un día, Maria, decidió que debía buscar un lugar mejor para sus hijos y los fue enviando progresivamente a Valencia.
Carmen llegó a la Estación del Norte procedente de Jaén tras muchas horas de viaje y con miedo por no saber lo que podía ocurrir. A su llegada a la ciudad, una de sus hermanas mayores y el novio de ésta, la esperaban en la puerta. La niña de 14 años se quedó boquiabierta al ver la gran ciudad que se abría ante sus ojos. Calles grandes, llenas de espejos, como la calle Colón, naranjos en las aceras, flores...la ciudad que la acogía le pareció maravillosa hasta el punto de quedarse en ella a vivir. Aquí se casó, y aquí tuvo hijos. Aquí volvió a padecer la escasez de dinero, pero con mucho ánimo y esfuerzo, consiguió sacar adelante a sus tres hijos mayores.
La historia de Carmen, es una más de las muchas que forman parte de la Historia de este país.

La vida nos trata mal, nos apalea de vez en cuando, pero afortunadamente no siempre es así.

2 comentarios:

aleyxandre Lewis dijo...

Una luchadora, muy bien, francamente bien. He visto tu comentario de casualidad, pero me ha gustado tu respuesta. Por desgracia este tipo de mujeres sin causa aparente deambulan con sus cerebros primitivos aparentando ser super mujeres de Calvin Klein. Un saludo, me dejare caer por tu blog

Nessa Anarion dijo...

Muchas gracias por tu comentario,se agradecen.Estás invitado a visitarlo y participar siempre que quieras ;)