Pues eso mismo. De cacareos va el asunto y es que cuando se está en casa entre semana, desayunando tranquilamente y viendo la televisión para tratar de informarse, una decide apagarla y seguir la información vía la red, (que es más fiable y puntual) porque de buena mañana no hay ganas de oir a la gentecilla que aparece en televisión hablando de menganito y fulanito; bueno, hablar en este caso es un decir porque hablar, en esos programas, es lo que menos se hace.
El problema es que cuando llega la tarde y una se va al sofá, con la mantita algunos días por el frio que comienza a aparecer, encuentras lo mismo que ya viste por la mañana. Más cacareos, pero vespertinos esta vez. No son muy diferentes a los mañaneros. De hecho, algunos siguen hablando de lo mismo, de cosas que a pocos interesan y dichas por otros que encima por salir en la caja tonta y ocupar el sitio de los verdaderos periodistas, (esa especie en extinción) ya se piensan que son periodistas y periodistos por su cara bonita y por citar "fuentes" de dudosa credibilidad.
Afortunadamente, recuerdo los dias en los que siendo una niña, salía del colegio y llegaba a casa para ver programas como Barrio Sésamo o La Bola de Cristal mientras me tomaba un vaso de leche caliente o me comía un bocadillo. Me alegro de haberme educado así.
Y luego que no se queje nadie de como salen ahora los niños ni adolescentes de este pais, pues lo que ven en la caja tonta y la "educación" que reciben deja mucho que desear a lo que antaño se entendía por educación (dentro y fuera de la televisión) y por los propios programas de televisión, que parece que vayamos hacia atrás, como los cangrejos.
A ver si de una puñetera vez se empieza a cumplir el horario de protección infantil.
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