En mi anterior post hablaba sobre la llegada del año nuevo,y sobre las ilusiones y esperanzas que depositamos con la llegada del nuevo año. 365 días o 366, dependiendo de si es bisiesto o no, para vivir, soñar, comer, disfrutar, sufrir, padecer, llorar, luchar...Hoy es día 13 y sigo sintiéndome exactamente igual que cuando despedí el 2009.
¿Alguien tiene motivos REALES para celebrar la llegada del 2010? Porque francamente, en el terreno político me importa 3 pepinos que España haya llegado a la presidencia de la UE, cuando se sabía que esto iba a ocurrir. Ahora bien, si eso va a hacer que me den un empleo, a mí y a los tropecientos que nos encontramos en desempleo, pues celebraré ese día enseñándole el culo a alguien, o tal vez, de una forma que no implique tanto terror hacia la otra persona... Puede que tomándome algún cubatilla sea mejor forma de celebrar algo que enseñarle a alguien mi culo. Aunque si me tomo un cubata, también cabe la posibilidad de que termine enseñándole el culo a alguien, y vaya, pobre de quien esté en esa situación.
Imagino que en el terreno personal si habrá quienes se alegren de la llegada del 2010, véase mujeres embarazadas que conocerán las caras de sus hijos, personas que van a percibir ayudas de cualquier tipo o delincuentes que saldrán de las cárceles,por ejemplo.
Para mí 2010 no supone nada en especial. No estoy embarazada, ni voy a recibir ninguna ayuda ni espero llegar a celebrar mi salida de la cárcel. Todo sigue igual que en 2009, el mundo se muere; el cambio climático sigue volviendo locos a los animales y metereólogos, sin que las reuniones en Copenague hayan servido de algo, Zapatero y sus ministros, no han resuelto el problema del paro (ni de la crisis), ni se han acercado, la Ley de Costas continua siendo un contrasentido, donde se prohíben construcciones, se betan bares y terracitas pero, eso sí, si llega el constructor de turno y decide construir el Empire State en primera línea de playa, todos callaos y a bajar el lomo, que la pela es la pela, el tabaco (sube, baja, vuelve a subir, se prohibe en los bares pero no en los quioscos,y da igual, porque sigue matando gente, pero como da muy buenos impuestos...), al igual que la gripe A (nos vacunamos, no nos vacunamos, sólo el personal de riesgo...¿y yo no soy de riesgo?), la decisión de si se celebra o no la Copa América en Valencia, si se echa a bajo el Cabañal y se amplía Blasco Ibáñez, que si el Real Madrid gana o pierde, que si Raúl tiene que ir a la selección o Messi (o el cansino Cristiano R.) se ha roto una uña en el entrenamiento, que si te pones la TDT o te vas a quedar sin ver la tele.........¡Cuántos dilemas!,y cuántos días, nada menos que 365 para nuevas estupideces, leyes absurdas, críticas entre los partidos políticos, copas del mundo (de fútbol claro) en Sudáfrica, y demás tonterias que no son lo real y verdaderamente importante.
Por suerte, nada de estas cosas me quita el sueño. De momento me lo quitan otras cosas.
¿Alguien tiene motivos REALES para celebrar la llegada del 2010? Porque francamente, en el terreno político me importa 3 pepinos que España haya llegado a la presidencia de la UE, cuando se sabía que esto iba a ocurrir. Ahora bien, si eso va a hacer que me den un empleo, a mí y a los tropecientos que nos encontramos en desempleo, pues celebraré ese día enseñándole el culo a alguien, o tal vez, de una forma que no implique tanto terror hacia la otra persona... Puede que tomándome algún cubatilla sea mejor forma de celebrar algo que enseñarle a alguien mi culo. Aunque si me tomo un cubata, también cabe la posibilidad de que termine enseñándole el culo a alguien, y vaya, pobre de quien esté en esa situación.
Imagino que en el terreno personal si habrá quienes se alegren de la llegada del 2010, véase mujeres embarazadas que conocerán las caras de sus hijos, personas que van a percibir ayudas de cualquier tipo o delincuentes que saldrán de las cárceles,por ejemplo.
Para mí 2010 no supone nada en especial. No estoy embarazada, ni voy a recibir ninguna ayuda ni espero llegar a celebrar mi salida de la cárcel. Todo sigue igual que en 2009, el mundo se muere; el cambio climático sigue volviendo locos a los animales y metereólogos, sin que las reuniones en Copenague hayan servido de algo, Zapatero y sus ministros, no han resuelto el problema del paro (ni de la crisis), ni se han acercado, la Ley de Costas continua siendo un contrasentido, donde se prohíben construcciones, se betan bares y terracitas pero, eso sí, si llega el constructor de turno y decide construir el Empire State en primera línea de playa, todos callaos y a bajar el lomo, que la pela es la pela, el tabaco (sube, baja, vuelve a subir, se prohibe en los bares pero no en los quioscos,y da igual, porque sigue matando gente, pero como da muy buenos impuestos...), al igual que la gripe A (nos vacunamos, no nos vacunamos, sólo el personal de riesgo...¿y yo no soy de riesgo?), la decisión de si se celebra o no la Copa América en Valencia, si se echa a bajo el Cabañal y se amplía Blasco Ibáñez, que si el Real Madrid gana o pierde, que si Raúl tiene que ir a la selección o Messi (o el cansino Cristiano R.) se ha roto una uña en el entrenamiento, que si te pones la TDT o te vas a quedar sin ver la tele.........¡Cuántos dilemas!,y cuántos días, nada menos que 365 para nuevas estupideces, leyes absurdas, críticas entre los partidos políticos, copas del mundo (de fútbol claro) en Sudáfrica, y demás tonterias que no son lo real y verdaderamente importante.
Por suerte, nada de estas cosas me quita el sueño. De momento me lo quitan otras cosas.
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