Descalificaciones electorales

Ya que estamos en inminente período electoral, tengo que hablar de estas cosas que hacen los políticos durante sus discursos, mítines y demás llamamientos con fines electorales.

Hace unas semanas, acudí al concierto (breve pero intenso) que daba un amigo,acompañado de su grupo, en sala Matisse de Valencia. El concierto formaba parte de la presentación de la candidata Carmen Alborch (osease el PSPV) a la alcaldía de Valencia.

Debo decir,y digo, que yo acudía como espectadora no por el hecho de que el partido socialista realizara un acto, hecho especialmente para atraer a los jóvenes valencianos, si no para ver al susodicho grupo de amigos que tocaba allí aquella noche "casual" independientemente de lo mucho o poco que tuviera que ver con la política de esta ciudad y de este país.

¿Porqué digo que era un acto promovido por el partido socialista valenciano? Pues por que aparte de los enormes cartelones que allí habían con la cara de Carmen Alborch, pudimos encontrar además chapas, globos, caramelos, camisetas y abanicos, todos ellos con la cara de la candidata. No hay que decir, que este país, es un país de gorrones y si algo nos regalan, pues salimos encima contentos de donde sea, incluso algunos llegan hasta donde haga falta por conseguir algo regalado y de esta manera, ofrecemos una imagen positiva del partido en este caso de cara al resto de ciudadanos, que sienten cierta envidia y curiosidad. Si,España es así.

Lo que más me "gustó" de todo el evento, fue el momento en el que los diversos aspirantes a diputados y demás gentecilla del partido (incluida la propia candidata a la alcaldía) aseguraron que ésta iba a ser la alcaldesa de Valencia, no dudaron en descalificar las actuaciones del Partido Popular, las de Camps y las de Rita Barberá. Desde mi parecer, se cubrieron de gloria, tanto unos como otros, pues ambas actitudes son criticables en la política valenciana y española.

Es una vergüenza que personas formadas y educadas hagan política fijándose en los trapos sucios de los demás sin mirarse a ellos mismos y estar más preocupado por el otro que por sus hechos y palabras y así no creo que se ganen votos ni elecciones. Ateneos a los hechos y no a las promesas. Dejad de pasaros el muerto unos y otros y buscad soluciones a los problemas de una vez que son lo que nos preocupan a todos, incluyendo la educación y la sanidad, que os la habéis dejado todos por el camino en la propaganda electoral.